martes, 29 de noviembre de 2011

Ejercicios para la voz

Poseer una voz bien entrenada y capacitada para cantar o simplemente dialogar, es un propósito muy buscado en diversas personas, especialmente aquellas que usan su voz como medio de trabajo o entretenimiento. Una voz suave, dulce o grave puede pasar de ser un sueño a una realidad muy fácilmente, esto gracias a la creación de diversos ejercicios vocales que aunque parezca difícil, logran proporcionar a nosotros ciertas capacidades vocales  con gran facilidad.

La boca al igual que el resto del cuerpo, posee una gran cantidad de músculos, que igualmente a cualquiera del cuerpo, pueden ser moldeados y entrenados para proporcionar a nosotros algunas ventajas, en este caso como ya se ha dicho, vocales; dentro de las cuales sobresalen algunas como la respiración, la modulación, la entonación y la inflexión, que para la voz son una parte básica.

Para comenzar a obtener un buen tono de voz, es  básico iniciar por entrenar la respiración, ya que es parte fundamental para otros tipos de ejercicios
 . Lo único que se debe hacer es tomar todo el aire posible, para después dejarlo salir lentamente mientras pronunciamos las vocales; claro esta, una vocal por cada bocanada de aire.

Atendiendo a lo anterior y después de haberlo realizado varias veces por algún tiempo, lo más indicado es adecuar nuevos ejercicios vocales; y aunque son muchos, sobresalen algunos como:

•    Al levantarnos y antes de acostarnos se recomienda abrir la boca lo más que se pueda y mantenerla así durante unos 15 segundos, pues esto permitirá obtener una mayor vocalización y elongación de los músculos bucales.

•    Es muy recomendable realizar lo que llamamos la lectura silábica, la cual consiste en leer separando las silabas y
abriendo la boca exageradamente, a fin de controlar la respiración durante la pronunciación de cualquier oración y/o palabra.

•    Así parezca algo extraño realizar ejercicios aerobicos
, pueden contribuir a obtener una excelente vos, puesto que
estos contribuyen a manejar la respiración sobresalientemente.

•    Otro muy recomendado ejercicio, es abrir la boca lo máximo que se pueda y al mismo tiempo pronunciar una vocal por vez; aunque al principio este ejercicio puede causar cierto dolor a los lados de la boca, después de acostumbrarnos al mismo, este puede contribuir bastante a mejorar la importante entonación.

•    Es bueno hacer ejercicios de exigencia bucal; un buen ejemplo es comenzar a pronunciar una vocal suavemente, llagando al limite aumentando el tono de la voz progresivamente.


Aunque existen muchos más ejercicios para mejorar y/u obtener una buena condición vocal, los anteriormente resaltados son muy bueno para comenzar a realizar dicho objetivo; no obstante no sobra recomendar la adecuación de algunos otros ejercicios para parte como el cuello y el diafragma, que al igual que las cuerdas vocales juegan un papel fundamental al momento de obtener un excelente tono de voz.

Dado lo anterior queda demostrado que obtener una buena condición bucal es bastante sencillo, lo único que realmente hay que tener en cuenta es la constancia y disciplina que debemos poseer para lograr dicho objetivo, mediante algunos ejercicios como los anteriormente mencionados en este artículo.

Buena articulacion para una mejor diccion

¿A qué llamamos “buena articulación”? A la pronunciación clara de las palabras. Que los demás puedan oír y distinguir bien todo lo que decimos.

Por costumbre o pereza, algunas personas hablan con la boca muy cerrada, casi sin mover los labios. Otros, por timidez, adoptan un tono muy bajo y apenas se entiende lo que dicen.

Levanta la cara, limpia tu garganta, abre bien la boca. Igual que el músico, el locutor o la locutora afinan su instrumento antes de tocarlo, para que el público no pierda una sola nota de su sinfonía.


EJERCICIO 1

Muerde un lápiz, como si tuvieras un freno de caballo en la boca. En esa posición, ponte a leer un periódico. Haz este ejercicio durante cinco minutos. Verás cómo vas aflojando todos los músculos de la cara.

EJERCICIO 2

Toma un libro y ponte a leer en voz alta, lentamente y silabeando:
Cuan-do-el-co-ro-nel-Au-re-lia-no-Buen-dí-a...
Avanza algunos párrafos así, exagerando la lectura, como haciendo muecas para hablar. Luego, silabea más rápido, asegurándote que pronuncias cada una de las letras de cada palabra.


La “buena dicción” es otra cosa. Trata de la exacta pronunciación de todas las letras y las palabras. La articulación se refiere a la claridad. Ahora hablamos de la corrección.

No hay que apelar a la popularidad de la emisora ni a la coloquialidad del lenguaje radiofónico para machacar el idioma. En un sociodrama no importa, porque estamos reflejando nuestra manera de hablar cotidiana. En una entrevista, el entrevistado puede hablar como le venga en gana, mientras no ofenda. Pero para conducir una revista o un informativo, los locutores y locutoras deberán esforzarse en pronunciar bien.

Hay que corregir las letras comidas (las “eses” especialmente) y cambiadas (la “l” por la “r”, la “r” por la “l”, la “c” por la “p”).

También están las palabras mal dichas (“haiga” en vez de “haya”, “hubieron” en vez de “hubo”, “naiden” en vez de “nadie”, “satisfació” en vez de “satisfizo” y tantas otras).

No hay que irse al otro extremo, a una manía por la dicción que reste naturalidad a quien habla. Son esos que pronuncian hasta la segunda “s” de Strauss y la “p” de psicología. En algunos cursos de locución, se ejercita el sonido fricativo de la “v” para diferenciarla de la “b”. Tal exageración, impropia del idioma español, suena muy pedante.

EJERCICIO 3

Los trabalenguas son muy útiles. Busca uno con letras incómodas para ti. Por ejemplo, si tienes problema con las “erres”, practica el consabido “erre con erre cigarro, erre con erre barril, rápido corren los carros siguiendo la línea del ferrocarril”. Pronúncialo dos, cuatro, ocho, dieciséis veces... ¡hasta que la lengua te obedezca!

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